¿Cómo?
El bar que antes tenía toda la onda del mundo, y que ahora es más bien modestamente un buen lugar para pasarla bien. El dueño: ni más ni menos que Daniel Giménez Cacho.
¿Dónde?
Milán no. 18, casi esquina con Lucerna.
¿Y cómo por qué?
A lo mejor te da la nostalgia del que fuera uno de los grandes antros noventeros. Pide un coctel y trata de ligar a la chica guapa que va sola. El ambiente se pone bueno.