El Carajillo, una bebida con historia y tradición que ha transitado por la Ciudad de México desde la colonia hasta la modernidad de las redes sociales. Su llegada a México fue celebrada y rápidamente se enraizó en la tradición cafetera del país.
Originario de España, el Carajillo nació como una mezcla de café con licor, comúnmente brandy. Una historia popular atribuye su nombre a los soldados españoles en Cuba, quienes durante la colonización española en la isla, mezclaban café con brandy buscando “coraje” previo al combate.
Hoy, en la Ciudad de México, el Carajillo ha evolucionado a ser símbolo de sobremesa, tranquilidad y camaradería. Es ese trago que señala que la tarde continuará en excelente compañía. Predominantemente se sirve con café espresso y Licor 43. Pero México, con su rica tradición de hospitalidad, ha añadido un ritual especial: el mesero se transforma en barman por un par de minutos para agitar la bebida en una coctelera frente al cliente, con un “shakeo” energético que produce un hipnótico sonido como de “maraqueo” con los hielos retumbando dentro del agitador, el cual anuncia a todos que, oficialmente, la sobremesa ha llegado.
No hay quien se haya resistido a subir este “momento carajillo” a Instagram al menos una vez; este fenómeno de viralidad mediática le ha dotado de gran popularidad en redes sociales: en el mundo de los cocteles, este sería el influencer. Esta adaptación le ha conferido a nivel mundial el título de “Carajillo Mexicano”.
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¿En dónde beberlo?
Casa Prunes, un establecimiento enclavado en una imponente casa Art Nouveau de la colonia Roma, es el escenario perfecto. Con la dirección culinaria del chef Julio Zainos y la maestría coctelera de Mica Rousseau, la experiencia promete ser inolvidable.
Detrás de la barra, un grupo de experimentadxs bartenders se encargan cada noche de servir grandes cocteles. Calidad sobra: dentro del equipo hay campeones y campeonas de coctelería que han elevado a México en escenarios globales. Es en este lugar donde se puede degustar el Nixta Carajillo, una reinterpretación que además de Licor 43, incluye Nixta (licor de maíz cacahuazintle) y un toque de amaro Montenegro, una evolución que eleva la experiencia carajillo a nuevas alturas.
Dónde: Chihuahua 78, Roma Norte.
Horarios: martes a sábado 13:00 a 02:00, lunes, cerrado.
IG: @casaprunes
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