Trabajadores del restaurante de alitas Buffalo Wild Wings, sucursal Obrero Mundial, se volvieron virales en redes sociales tras la difusión de un video que muestra un curioso gesto de solidaridad que tuvieron este 19 de septiembre de 2022. Luego de que —por tercera vez en una fecha como esta— un sismo sacudió la capital del país, personal del lugar salió la calle para ofrecer a los transeúntes “bolillo pa’l susto”.
César Ruiz y Daniel Ramírez fueron quienes protagonizaron el video difundido en Twitter por un usuario con la cuenta @rooymunguia. “Después del sismo entraron los chicos por las charolas para repartir el pan entre la gente que había salido”, contó a Chilango Michelle Vega, gerente del restaurante. La historia detrás es una muestra el humor con el que los capitalinos tomamos el hecho de vivir en una zona sísmica. Pero también es una muestra de lo mucho que se ha evolucionado en los protocolos de actuación en caso de sismos.
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Entre broma y broma…
Michelle cuenta que el bolillo que se aprecia en el video posterior al sismo en realidad era parte de un desayuno que organizaron trabajadores. “Tuvimos comida de personal y compramos bolillo para el desayuno de los chilaquiles y los partimos como estaban en el video”, relata. Agrega que, medio en broma y medio en serio, sus compañeros no descartaban que pudiera volver a temblar este 19 de septiembre, tal como ocurrió en 1985 y 2017.
«Entre broma y broma, en el desayuno dijeron: “Son los bolillos para el susto después del sismo o del simulacro”».
A las 13:05 horas la tierra comenzó a sacudirse producto de un sismo de 7.7 grados originado 63 kilómetros al sur de Coalcomán, Michoacán. Minutos después del sismo, César Ruiz y Daniel Ramírez salieron a repartir el “bolillo pa’l susto” a las personas que evacuaron los edificios aledaños.
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La seguridad primero
Por supuesto, antes de protagonizar este video viral, los trabajadores del restaurante se pusieron a salvo. “Acabábamos de hacer el simulacro y afortunadamente ya sabíamos qué hacer”, cuenta la gerente. En el lugar se encontraban 12 trabajadores, quienes evacuaron de acuerdo con los protocolos de actuación. El restaurante todavía no tenía clientes.
“Regresamos hasta que la plaza nos dio luz verde para poder entrar, vimos que no oliera a gas, tomamos todas las medidas que se tienen que tomar y después ya sacamos los bolillos”, relató Michelle.
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Y sí: después del sismo, se antoja un buen bolillo
El personal del restaurante contó que la reacción de la gente ante las charolas con bolillos resultó “curiosa”:
“Fue muy curioso porque literalmente se acercaban a tomar el bolillo. El chico se acercó a gente para ofrecerle pero detrás de él iban otros pidiéndole bolillo”.
Incluso los clientes de un gimnasio que se encuentra al lado del restaurante se acercaron por su bolillo pa’l susto, relató la gerente.
Para muchos será una anécdota chusca. Pero más allá de demostrar el amor de los chilangos por el bolillo, el gesto de estos trabajadores fue un ejemplo de solidaridad ante las adversidades y del humor mexicano. Además, su actuación durante el sismo demostró que poco a poco se va construyendo cultura cívica ante este tipo de eventualidades.