El Centro Histórico de la CDMX oculta millones de secretos entre sus calles de más de 500 años. Recorrer los callejones, edificios y plazas no sería suficiente para descubrir todos las historias que esconde esta zona tan icónica de la capital del país.
Pero ese no es el problema. La dificultad es encontrar a la persona correcta para que cuente estos relatos y que no se convierta en una de estas clases infinitas que muchos tuvimos en los salones de la escuela.
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La respuesta está en el libro Luis y Caro vs. Los Fantasmas de la Ciudad, en el que una niña, un niño y un perro nos acercarán los misterios que oculta el Centro Histórico, mientras se enfrentan a estos seres de otro mundo como La Llorona.
En Chilango tuvimos la oportunidad de entrevistarnos con Veka Duncan, coautora de la obra literaria, quién nos platica sobre el reto de contar la historia, cómo nació la idea del libro, así como la importancia de los fantasmas para la CDMX.
¿Cómo fueron tus profesores de historia?
Siempre tuve excelentes profesores de historia, siempre lo disfruté muchísimo y eso impactó para que decidiera estudiar esto. Pero también en mi casa la historia era algo que nos interesaba mucho, o sea, mi abuelo era un gran apasionado y a mi papá también le gustaba. Las conversaciones de sobremesa iban mucho como en ese sentido, de hablar de temas históricos. En mi infancia la historia fue algo que siempre era interesante y divertido.
¿De ahí la importancia de un buen profesor de historia o matemáticas?
“Sí, yo las matemáticas las sufrí horrible y por eso decidí estudiar historia del arte. No todos tenemos esa buena experiencia y es algo que intentamos hacer en el libro. Pensando en que es para lectores infantiles, queríamos mostrarles que la historia puede ser divertida y no tiene que ser algo serio o solemne, sino que es un tema con el que te puedes reír.
¿Cómo nació Luis y Caro vs. Los Fantasmas de la Ciudad?
La historia de Luis y Caro fue algo que Jesús Campos (el otro coautor) y yo comenzamos a trazar a partir de una como provocación que nos hizo la editora Delia Carreño. Ella desde antes de la pandemia había estado diciéndonos que quería hacer algo: un libro que fuera de historia de la ciudad, pero que también de terror infantil. Por eso nos juntó a ambos, porque Chuy es un historiador que se enfoca en estudiar lo fantasmal, lo esotérico, lo mágico y yo, como historiadora del arte, trabajo en historia de arquitectura, historia urbana.
¿Cuál fue el reto?
El reto fue juntar estas dos cosas y hacer algo de terror infantil, sin que se sintiera una clase de historia. Comenzamos a platicar que lo mejor sería pensar en una historia donde tuviéramos a unos protagonistas adolescentes. Hacerlo de otra manera, es decir, tener estos capítulos como de “La Llorona es un fantasma que tiene su origen”… eso es un libro de hueva para el tipo de lectores que queríamos. Así empezamos a imaginar una historia donde podríamos tener a estos niños cazafantasmas.
¿Cómo fue el proceso de recopilar la información del Centro Histórico de CDMX?
Casi todo lo que está ahí ya lo sabíamos Chuy (Jesús Campos) y yo. Llevamos muchos años, investigando, leyendo y divulgando temas relacionados sobre toda la historia del Centro Histórico; de la Ciudad de México en general, pero el en especial Centro Histórico porque es donde empieza la historia de la Ciudad de México, de cierta manera porque se concentran 500 años de historia. Es un espacio que conocemos de memoria; yo te pondría narrar de memoria, cuadra por cuadra, la historia de las calles del Centro Histórico. Por esa parte no teníamos tanto trabajo de investigación.
¿Por eso el glosario del final del libro?
Lo del glosario es un poco para tener ese extra. Como que te decía, no queríamos que el libro fuera una clase de historia. Lo que procuramos hacer es que el contenido histórico sea muy orgánico, pero no queríamos ser súper clavados. La idea del glosario es que sea un anzuelo y quien lo muerda, pueda ir más allá. Tampoco es una explicación exhaustiva, pero al menos tendrá las coordenadas para entender más sobre el personaje, el lugar, el momento histórico e indagar más por su cuenta.
¿Por qué los fantasmas del Centro Histórico de CDMX?
Los fantasmas también son históricos, tienen mucho que decirnos sobre nuestro pasado y en el libro queríamos reivindicar esto. De pronto estos temas místicos, esotéricos, para cierto público podrían ser sólo datos curiosos o chuzcos del Centro Histórico, pero al final lo que nos permite es aprender mucho sobre nuestra sociedad. Toda cultura tiene fantasmas porque esos fantasmas hablan mucho de la sociedad a la cual se le aparecen. Los fantasmas que tenemos en México no son los mismos que en Europa, Asia o, incluso, dentro de la propia Latinoamérica. Esos fantasmas nos hablan del lugar donde se aparecen, de las prácticas culturales de la sociedad de quién los imaginó y por eso es importante entenderlos y conocerlos; también es conocimiento histórico.
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