Dicen que nada es original, todo está hecho, dicho o escrito y los monumentos no son la excepción, muchas creaciones toman inspiración de algún lugar… o de varias partes del mundo, así que, si te fijas un poco, en la ciudad puedes ver réplicas exactas de monumentos y otras obras que lucen sospechosamente parecidas a otras obras alrededor del mundo y a las cuales puedes ir a turistear y hasta tomarte fotos para Instagram, checa la lista y cuéntanos si ya las conocías.
Réplicas famosas de monumentos
1. El David de la colonia Roma
El rostro definido a la perfección, el cuerpo desnudo y torneado; como si hubiera sido tallado por los mismos dioses, en realidad fue esculpido por Miguel Ángel Buonarroti y es una de las grandes obras del movimiento renacentista.
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Esta réplica se encuentra en la plaza Río de Janeiro en el corazón de la Colonia Roma, entre cafés, vegetación, perros paseando y jugando a sus pies. El David está en la ciudad desde 1976 y nunca se ha revelado quién fijó su lugar de residencia, solo se sabe que fue parte de un proceso de remodelación y modernización de la zona.
Si te lanzas al parque puedes admirar esta gran obra con todos sus detalles y echarte un cafecito, todo sin tener que viajar, ni reservar tu asistencia a la Galería de la Academia de Florencia.
2. El Ángel de la Independencia
El Monumento a la Independencia, conocido como Ángel de la Independencia o Victoria Alada es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Se trata de una columna sobre la que se posa un ángel y fue un encargo del entonces presidente de la república, Porfirio Díaz. Se inauguró en 1910 para conmemorar el centenario de la Independencia de México, cuenta con un mirador y un mausoleo en el que se encuentran los restos de algunos héroes patrios.
Es fácil ver porque se parece a diversas estatuas de ángeles en Francia, sabemos la historia de Porfirio Díaz con aquel país y la influencia que tuvo en México durante este periodo. La plaza de Bastilla, es lugar simbólico de París y de la Revolución francesa, ahí se encuentra la Columna de Julio, un ángel con una cadena destruida como símbolo de libertad.
Finalmente en Berlín, la Columna de la Victoria en la glorieta del Tierpark berlinés también tiene gran parecido con nuestro ángel: se trata de una figura femenina que lleva una corona de laurel, una guirnalda y una cruz de hierro.
3. ¿Un pedazo del Louvre en Insurgentes?
Si te has pasado por Insurgentes esquina Parroquia, seguro has visto una pirámide de cristal con una fuente; y es posibles que hayas notado una gran similitud con una pirámide más grande, la cual cubre el acceso al Museo de Louvre. A diferencia de las otras obras, esta no es una réplica exacta ni intenta serlo, es mucho más modesta y forma parte de los alrededores de un centro comercial.
La original se inauguró por François Mitterrand con el objetivo de atraer al público e iniciar “una revolución museográfica”. El arquitecto Ieoh Ming Pei, fue el encargado de crearla y se le considera una pieza ambiciosa y emblemática, murió en 2019, a los 102 años.
Aunque la de la CDMX no sea tan espectacular –y apenas se tenga información de ella– puedes pasar a admirarla y tomarte una foto para presumir con la bandita más despistada que estás en “La ciudad luz”.
4. La Cibeles
Si has dado rol por la colonia Roma seguro has visto una de las réplicas de monumentos más famosa, La Cibeles. Esta obra fue una donación de la comunidad española-mexicana en 1980, con la que buscaban representar y celebrar la relación entre ambos países.
En principio se ubicó en la antigua Plaza de Miravalle, posteriormente, lo pensaron mejor y trataron de emular lo más posible el look madrileño, que se caracteriza por la cercanía con los palacios de Comunicaciones, Buenavista y Linares. Lo cierto es que no se logró del todo, pues en los alrededores de La Cibeles chilanga hay negocios y viviendas, eso sí, al igual que la original es bella e imponente.
5. Mercado de Tlacoquemécatl
Al igual que otros mercados, éste enfrentó durante mucho tiempo deterioro y abandono, sin embargo fue remodelado hace ocho años y sorprendió con su look hispanizado, que es sumamente similar al mercado madrileño de San Miguel, con todo y herrería de estilo morisco, acabados de madera y ladrillos rojos.
Lo mejor de todo el asunto es que aquí puedes sentirte en aquel famoso mercado madrileño, mientras te comes una clásica garnacha y antojitos chilangos, pues el lugar conserva los clásicos negocios mexicanos de cualquier mercado de la ciudad.