“Agua para los bueyes y pulque para los reyes”, una de las bebidas más famosas y clásicas de México busca convertirse en patrimonio cultural.
El pulque ya conquistó nuestras gargantas y es momento de que se apodere de un título que le corresponde desde hace mucho: el de patrimonio cultural, intangible y biocultural.
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Para ello, la Secretaría de Cultura del gobierno ya pidió al Congreso de la Ciudad de México que se contemple la creación y emisión de una declaratoria.
Misma en la que se busca reconocer al maguey, el pulque y las pulquerías como patrimonio cultural, intangible y biocultural de la capital mexicana.
Beneficios de que el pulque sea patrimonio cultural
Así que de aprobarse, traería una serie de beneficios a la bebida y su proceso de producción.
Una de las propuestas exige promover el pulque activamente en las 16 alcaldías, para ello piden que se realicen eventos como ferias locales.
Para lograr dichas acciones en favor del pulque, los representantes populares consideraran que deben generarse políticas públicas en favor de quienes producen y comercializan la bebida.
La iniciativa detalla que una de sus intenciones es conservar las tradiciones.
Además busca reconocer a personas y organizaciones que han luchado gran parte de su vida para que la declaración sea posible.
Desde productores hasta pulquerías
El proceso que lleva cuatro años, es encabezado por el sociólogo Emilio Valdovinos.
Él junto con varios productores y vendedores, ha acudido a diversas instancias en busca de apoyo, a través de la organización Mappul, que promueve el maguey, pulque y pulquerías.
La declaratoria beneficiaría a las zonas rurales donde se siembra, al cuidado del maguey, así como su producción de aguamiel y pulque.
Asimismo, tlachiqueros, vendedores de maguey, dueños de pulquerías en la ciudad y artesanos que crean con la fibra del maguey, se han sumado a la petición.
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La cual también demanda la protección de las zonas de la CDMX donde se siembra maguey.
Todo esto para evitar que sean reemplazadas por construcciones. Ahora solo queda esperar a que se otorgue el reconocimiento que esta bebida prehispánica y quienes la producen merecen.