Cascos de motociclistas, carritos de supermercado y hasta urnas con cenizas de difuntos se encuentran entre las pertenencias olvidadas por los usuarios en las instalaciones del Metro y que llegan a la Oficina de Objetos Extraviados del Sistema de Transporte Colectivo.
Ubicada en la estación Candelaria de la Línea 4, esta oficina es la última esperanza de muchos chilangos para encontrar los objetos con valor económico o sentimental que hayan olvidado en alguno de sus viajes por el Metro. Pero además, es un divertido museo que muestra las cosas más extrañas que se mueven día a día por la red de transporte más importante del país.
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¿Qué pasa con los objetos perdidos en el Metro?
Donovan Alvarado es el responsable de la Oficina de Objetos Extraviados del Metro. Está a cargo de una bodega con más de 2400 objetos que usuarios han dejado olvidados en las instalaciones.
Para llegar hasta este lugar, los objetos atraviesan un largo camino: las cosas que los usuarios o el personal encuentran se entregan a policías, que los canalizan con los jefes de estación. Si no son reclamados, pasan a la jefatura de la línea donde hayan sido encontrados. Finalmente, tras un periodo de 15 días, son enviados a la Oficina de Objetos Extraviados.
“Cuando llega un objeto, los usuarios tienen hasta 3 meses para recuperarlo“, cuenta Donovan. En caso contrario, las pertenencias que alguna vez sirvieron a sus dueños originales encuentran una segunda vida en instituciones de beneficencia de la Ciudad de México:
“Todos estos objetos procuramos que lleguen a albergues. Todos los objetos que no son recuperados se clasifican y se meten en bolsas: ropa de niño, ropa de mujer, ropa de hombre calzado, mochilas, etc. Son objetos que tienen una vida útil y procuramos que lleguen a la gente que los necesita”.
Donovan agrega que los celulares o electrodomésticos que no son reclamados se envían al Reciclatón, la jornada de acopio de residuos electrónicos que organiza el gobierno capitalino. “El año pasado mandamos cerca de 300 celulares”, comenta.
Lo tesoros de la Oficina de Objetos Extraviados del Metro
“Lo que más olvidan los usuarios son celulares, credenciales de elector, carteras y llaves“, afirma Donovan. En contraste, cuenta que en los 13 años que lleva al frente de la oficina, lo más raro que ha visto son cascos de motociclista, carritos de supermercado y, sobre todo, cenizas de difuntos. En una ocasión llegó una urna con los restos de una niña de 7 años. La otra se trató de las cenizas de un paramédico. Por fortuna, en ambos casos fueron recuperadas por sus dueños.
“Este año también entregamos una mochila con cerca de 10 000 pesos“, relata Donovan. Agrega que la mayor satisfacción de su trabajo es hacer las devoluciones. “Muchas veces al objeto lo que le da valor no es lo económico, sino lo emocional o sentimental”, dice. Por ejemplo, recuerda que uno de los casos más emotivos es el de una mujer que recuperó un teléfono que perteneció a su hija recién fallecida.
Pero al recorrer la bodega de la Oficina de Objetos Extraviados del Metro pueden encontrarse otras joyas. Además de cascos de motociclistas, hay sombreros de mariachi y hasta gorras de policías.
También hay decenas de bicicletas y patinetas.
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Hay hasta una lata que contiene una película del Santo.
Incluso alguien olvidó un scooter eléctrico en perfecto estado.
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No lo des por perdido
“No des por perdido tu objeto, siempre hay una esperanza de recuperarlo”, dice Donovan a los usuarios del Metro. En caso de que quieras reclamar alguna pertenencia, deberás acudir a la oficina ubicada en la estación Candelaria. Tendrás que presentar una identificación e indicar la estación en la que perdiste el objeto, así como el día y la hora aproximada. El personal verificará que los datos coincidan.
¿Dónde?: Oficina de Objetos Extraviados del Metro en la estación Candelaria, Línea 4
¿Cuándo?: Lunes a viernes, de 9:00 a 15:00 horas