Colores pastel, tomas cenitales, simetría impecable y personajes extravagantes son el pan de cada día de un famoso cineasta. ¿Sabes de qué películas hablamos? Wes Anderson es uno de los directores más aclamados por la audiencia gracias a la estética tan peculiar de sus obras que, la neta, alivian nuestra compulsiva obsesión por el orden. Los ansiosos lo entenderán. Cada una de las tomas en sus filmes está pensada con lujo de detalle, al utilizar las composiciones planimétricas —con la cámara a 90 grados perpendicular— los elementos dentro del plano quedan totalmente expuestos, por lo que el director se toma el tiempo de acomodarlos cuidadosamente hasta conseguir ese 
No todo es color de rosa, el mismo estilo que ha catapultado a la fama a Wes también ha generado muchas críticas por parte de sus detractores, quienes consideran como plásticas e irreales sus tomas. Sin embargo, en diversas entrevistas el cineasta ha dejado en claro que, pese a que intentó alejarse de este enfoque, termina regresando de manera inconsciente: “Es algo así como mi forma de escribir como director de cine. Y en algún momento creo que he tomado la decisión: voy a escribir con mi propia letra”.
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A decir verdad, nosotros no tenemos quejas. Si hay algo del cine que nos emociona es la posibilidad de viajar a lugares, conocer personajes y vivir historias que sólo están disponibles a través de diversas narrativas; así que los planos color pastel y ordenados de Anderson nos llenan el corazón. Por ello nos pusimos a pensar, ¿qué lugares de la CDMX podrían inspirarlo? Aquí te va una lista de sitios que te harán sentir como en una película de Wes Anderson.
Lugares para sentirte en una película de Wes Anderson
1. La casa de las brujas
¿Recuerdan la mansión de los Tenenbaums? Ese enorme edificio de ladrillo rojizo con una esquina que parecía torre. Bueno, pues si el hogar de estos excéntricos y brillantes hermanos estuviera en la ciudad, sin duda alguna sería alguno de los edificios construidos por el arquitecto inglés Regis A. Pigeon, como el castillo de la colonia Juárez o la temida casa de las brujas. Ambas construcciones poseen encanto, una fachada imponente e interiores dignos de la peculiar familia.
Dónde: Plaza Río de Janeiro #56, colonia Roma Norte
2. Cafetería Trevi
Un lugar que totalmente catalogaba como un #AccidentalmenteWesAnderson era la gloriosa Cafetería Trevi, un café inaugurado en 1955 que poseía una estética impecable. La paleta de colores del Trevi parecía elegida por el mismo cineasta, tonos que partían de un rojo brillante y uno que otro color para contrastar. El salón, lleno de sillones de la década pasada, sin duda podría pasar por un diner de la película Bottle Rocket, ópera prima de Wes. Desafortunadamente hace unos años cerró debido a la voracidad inmobiliaria y corrupción que está devorando nuestra ciudad.
3. Edificio pastel
Aunque el art déco es el estilo que más nos recuerda a Wes Anderson, no vamos a negar que algunos inmuebles eclécticos de la colonia Roma también le dan un aire. Por ejemplo, en la esquina de Mérida y Guanajuato hay un edificio habitacional que grita El Gran Hotel Budapest. La construcción sigue el clásico estilo afrancesado que adoptó Porfirio Díaz, con detalles labrados en los marcos de las ventanas, pero lo que terminó de remontarnos a este cineasta es el mal uso de la pintura, ya que los muros fueron pintados de color salmón y los detalles en color blanco, asemejando —según nosotros— un pastel gigante.
Dónde: Guanajuato esquina con Mérida, colonia Roma
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4. Pastelería Ideal
Uno de los lugares donde más a menudo encontramos postales que nos recuerdan a Wes Anderson es la Ideal, eso sí, el secreto es madrugar para evitar los tumultos y conseguir tomas limpias muy al estilo del cineasta. Los pastelillos cubiertos con crema, las charolas de galletas y las cajas de cartoncillo apiladas nos recuerdan a Mendl’s, pastelería que confecciona los cortesan au chocolat en El Gran Hotel Budapest. Incluso el primer piso, donde se exhiben los pasteles podrían inspirar una de sus películas: un salón afrancesado, de techo alto y rodeado por espejos, pasteles de hasta 7 pisos cubiertos con merengue en tonos pastel, en medio una chica discretamente prueba uno de estos bocados.
Dónde: 16 de Septiembre #18, colonia Centro
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5. Kiosko Morisco
Un lugar, muy querido por los chilangos, que bien podría pasar como locación de Viaje a Darjeeling es el Kiosko Morisco, en la Santa María la Ribera. Quizás es la influencia árabe lo que nos recuerda a los visuales inspirados en la India, pero incluso los colores de este lugar parecen aprobados por el cineasta. Otra característica que no pasa desapercibida es la simetría, tanto en los patrones que tapizan el techo del kiosko como en las columnas y barandales.
Dónde: Dr. Atl esquina con Salvador Díaz Mirón, colonia Santa María la Ribera
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6. Esquina Común
Ya sabemos que la casa de el señor Zorro en Fantastic Mr. Fox es una guarida bajo un árbol, con poca iluminación y muebles de la década de los setenta. Pues no hay duda de que la guarida que albergaría a la revolucionaria familia sería Esquina Común, un espacio con un diseño exquisito que rescata muebles antiguos y varios objetos de la cháchara chilanga. Aquí vienes a echar el chal mientras comes, además de darte un taco de ojo en este rinconcito escondido de felicidad.
Dónde: Ubicación secreta
7. La Privada Roja
En la película El Gran Hotel Budapest hay una escena en un ascensor color carmín, intenso y brillante, que contrasta con el uniforme del bell boy —alias los botones— del hotel. Bueno, pues el lugar que se asemeja a este es la Privada Roja, una calle interior de un pequeño conjunto habitacional en la San Rafael. Hace un par de años fue abierta al público para disfrutar de este lugar, en el cual hay algunos negocios en los que podrás prolongar tu estancia.
Dónde: Serapio Rendon #61, colonia San Rafael
8. Museo Anahuacalli
Uno de los museos más queridos del sur de la ciudad y que, además, alberga un mega proyecto cultural que nació de los ideales de Diego Rivera, en el Museo Anahuacalli podemos encontrar una galería que da un aire a los lugares que frecuentan los Tenenbaum. El salón del cual estamos hablando es en el que se exhiben los planos de algunas obras, murales y arquitectónicas, del pintor mexicano. Cada pieza está dispuesta con una frialdad simétrica de terror, además la geometría es el eje principal de esta construcción. Aunque la piedra volcánica se aleja de la paleta de colores que emplea Wes, nosotros decimos que sí da el ‘gatazo’.
Dónde: Museo #150, colonia San Pablo Tepetlapa
9. Chiandoni
Un lugar que seguro Wes Anderson disfrutaría en la CDMX es Chiandoni, una heladería cuya historia comenzó en 1939 gracias al boxeador Pietro Chiandoni. Hasta la historia podría ser trama para uno de sus filmes, ¿no? Aquí podrás probar unos deliciosos helados estilo italiano en medio de una atmósfera que se quedó atrapada en el tiempo. La mayoría del mobiliario es original y sólo se le ha dado mantenimiento, por ello conserva su esencia original.
Dónde: Pennsylvania #255, Nápoles
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10. Casa Olympia
Viaje a Darjeeling es otra película que amamos dirigida por Anderson en la cual tres hermanos abordan un tren de Darjeeling Limited y comienzan a vivir una serie de peripecias. Como su nombre lo dice, la película ambientada en la India tiene una estética ligeramente distinta: colores brillantes, tapices que asemejan mandalas y un vibe muy sesentero. Tal cual es la decoración de Casa Olympia, en Polanco, un restaurante mediterráneo en el cual querrás tomarte tropecientas fotografías.
Dónde: Anatole France #70, colonia Polanco