La historia del Casino Alemán, un testigo de la presencia nazi en la CDMX
El Casino Alemán fue un edificio nazi que causó enorme polémica entre los capitalinos durante la Segunda Guerra Mundial.
Por: Montse Quintana
En el número 23 de la transitada calle López del Centro Histórico, hallarás lo que en algún momento nombraron el ‘Casino Alemán’. Este edificio de fachada amarilla y un deteriorado aspecto fue un punto de reunión para la comunidad alemana que llegó a México durante el siglo XIX.
Algunos ya vivían en el país, mientras que otros huyeron de las revoluciones de 1848 con la esperanza de encontrar un nuevo hogar lejos del conflicto. Ese mismo año fundaron el casino con la intención de tener un lugar que les permitiera permanecer unidos.
Las primeras dos sedes se encontraban sobre la hoy conocida calle Francisco I. Madero, la primera en el número 7 y la segunda en el 1. En 1907 se instalaron en un edificio que anteriormente era una estación de policías y que estaba ubicado en la calle López.
Los alemanes empezaron a usar el espacio como un centro de entretenimiento y recreación. Contaban con una envidiable biblioteca, un salón de billar, una cantina, un boliche, entre otras cosas.
Su momento de mayor popularidad lo alcanzó durante el gobierno de Porfirio Díaz. A lo largo de este período, profesionistas de todo tipo arribaron desde Alemania a la Cd. de México y comenzaron a poner negocios alrededor de la capital.
El nazismo llega al país
Todo iba muy bien en el casino hasta que, en 1930, el recinto se volvió un espacio para los simpatizantes del führer. El primer indicio de ello fueron dos banderas del Partido Nazi que ondeaban en el techo del edificio.
En un inicio, la gente no tuvo ninguna reacción. Poco se sabía de la guerra que se venía cocinando en el viejo continente y mucho menos de los terribles planes que Hitler tenía para el pueblo judío.
Las cosas cambiaron en mayo de 1942. En dicho mes se empezó a difundir la noticia de dos buques petroleros mexicanos, el ‘Potrero del Llano’ y ‘Faja de Oro’, que habían sido hundidos por los nazis.
Como era de imaginarse, estos hechos enfurecieron a las personas del país. El gobierno no tuvo de otra y se pronunció oficialmente en contra de las Potencias del Eje. Asimismo, entre la gente empezó a crecer un pronunciado descontento hacia los alemanes que residían en México.
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El Casino Alemán llega a su fin
La indignación colectiva provocó que un grupo de capitalinos intentaran incendiar el recinto. No tuvieron éxito, pero sí rompieron ventanas y causaron destrozos como un claro mensaje a los nazis de que no eran bienvenidos en nuestra tierra.
La policía tuvo que intervenir para detener los disturbios y el lugar nunca volvió a ser lo que era. Un año después, el gobierno se adueñó de la propiedad y la donó a la Confederación Nacional Campesina.
El uso del espacio cambió radicalmente. Se convirtió en un refugio para las familias de comunidades indígenas que pasaban por la capital. Más tarde, en la década de los 90, el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui tomó el edificio.
Lo que un día fue el Casino Alemán, un lugar de diversión y fraternidad, ahora es un sitio muy deteriorado. Actualmente, podrás encontrar artesanías y ropa que por lo regular se vende al exterior de la construcción.