Historia y tradición xochimilca: Siempre quise ser “La Flor más Bella del Ejido” 🌺
Si nunca quisiste ser María Candelaria por un día te hace falta conocer más de la tradicional fiesta de 'La Flor más Bella del Ejido en Xochimilco'.
Por: Majo Martínez
He vivido la mayor parte de mi vida en la alcaldía Xochimilco, vocablo que proviene del náhuatl y que significa “campo de flores”. Y debo confesar que pasé mis años adolescentes soñando con algún día convertirme en La Flor más Bella del Ejido. ¿Cuál era mi obsesión en torno a esta tradicional fiesta xochimilca qué me llevó a preguntarme por su origen?
Quizá fueron las imágenes de los vistosos tocados de flores que ellas portaban engalanadas en el día de la coronación, o sus vestidos multicolor y la forma en cómo ellas enjoyaban con flores el paisaje chinampero de Xochimilco. ¡Quizá siempre fue la tentación de ganarme el premio de 50 mil pesos! —achis—. ¡No lo sé! Pero siempre quise ser una más de las flores de La Flor más Bella del Ejido. Nunca lo fui, pero sí aprendí un poco de la historia que hay detrás de esta fiesta y lo mucho o poco que se ha transformado con el tiempo.
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La historia que cuenta una flor
En una antigua crónica periodística en video, el presentador habla de “la joven campesina que por su simpatía será designada como La Flor Más Bella del Ejido”. Porque antes a Xochimilco se le consideraba como una zona ejidal, más que como una parte de nuestra actual capirucha, en donde sus habitantes eran reconocidos como “gente de campo”. Desde esa narración mucho ha cambiado, pero ¿qué ha permanecido como marca tradicional de La Flor más Bella del Ejido?
La belleza de la mujer mestiza mexicana
Este año, la Alcaldía Xochimilco lanzó de nuevo la convocatoria para participar en “La Fiesta de la Flor más Bella del Ejido 2022” en la edición CCXXXV, después del periodo de pandemia. En la convocatoria se hizo referencia a esta fiesta como “una de las celebraciones más importantes y antiguas de la demarcación y de toda la Ciudad de México”. También se puede leer que el objetivo de La Flor más Bella del Ejido es “revalorar la belleza de la mujer mestiza que habita en la Ciudad de México, además de conservar y resaltar los orígenes de los pueblos que en algún momento de su historia contaron o que aún conservan tierras de labor o ejidos”.
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“Revalorar la belleza” —aunque la belleza no debería ser puesta a juicio—, sin embargo, es una tradición tan antigua como lo es esta tierra flotante de humedales. Se tiene documentado que el antecedente directo de este certamen data de 1921 cuando un diario de circulación nacional lanzó una convocatoria a nivel nacional para un concurso denominado “La India Bonita”, el cual buscaría reconocer —desde entonces— la belleza de la mujer mestiza mexicana.
Pero fue hasta el periodo presidencial del General Lázaro Cárdenas en 1936 cuando se instituyó oficialmente el concurso que hasta hoy lleva el mismo nombre: La Flor más Bella del Ejido.
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Una fiesta prehispánica llena de flores
Si retrocedemos más en el tiempo, encontraremos la celebración histórica de las llamadas “Xochipanias” en donde se elegía a una joven habitante originaria de cada Calpulli (barrio) quien ofrecería flores y ofrendas al dios Tláloc y a las diosas Xochipilli y Xochiquetzalli. Luego llegó la conquista y la Colonia, y con ello el sincretismo cultural que mezcló las culturas ancestrales endémicas con las creencias dogmáticas del catolicismo europeo impuestas por los evangelizadores.
Fue así cuando en 1785 la invención del “Viernes de Dolores” sustituyó culturalmente a las “Xochipanias” en donde, en lo que hoy sería la zona del Mercado de Jamaica, se vendían flores (principalmente amapolas), se participaba en bailes populares y se disfrutaba de comilonas a lo largo del Canal de la Viga en Santa Anita, hoy delegación Iztacalco. Sería hasta 1955, cuando se celebró por primera vez La Flor más Bella del Ejido en Xochimilco. ¡Y desde entonces la tradición no ha cambiado de lugar!
La Flor más Bella del Ejido, hoy
Desde hace 67 años, anualmente se celebra esta fiesta en donde decenas de mujeres jóvenes —quienes llevan el nombre de una flor para identificarse— portan el atuendo tradicional del Altiplano central (conformado por chincuete, blusa blanca de cuello cuadrado con manga corta y bordada en punto de cruz, rebozo “de bolita” o de Santa María, ceñidor, ataderas para trenzar su cabello, tochomitl y huaraches). En sus manos llevan productos agrícolas y flores producidas en la región.
Hoy en día participan 12 de las 16 alcaldías de la CDMX, que en algún momento contaron o cuentan con ejidos. Tal es el caso de Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Coyoacán, Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Iztacalco, Tláhuac, Tlalpan, y nuestro amado Xochimilco. Y sí, a veces todavía me dan ganas de convertirme en flor por un día. Seguramente mi nombre de flor sería el de Magnolia.
