Historia del Casco de Santo Tomás: de hacienda de Hernán Cortés a barrio cultural
La historia de la zona conocida como Casco de Santo Tomás empezó como una hacienda colonial que se transformó en un área para escuelas.
Por: Edgar Segura
Famosa por albergar las escuelas del Instituto Politécnico Nacional y otras instituciones educativas, la zona del Casco de Santo Tomás tiene una historia que atraviesa la época prehispánica, la colonia y las diversas etapas de modernización del México contemporáneo.
Durante la época prehispánica, este territorio, ubicado en los límites de las actuales alcaldías Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Azcapotzalco, pertenecía al señorío de Tacuba. Se le conocía como Tlaxpana, que en náhuatl significa “tierra barrida”. En aquel tiempo, el lugar se caracterizaba por sus acueductos . Y si bien durante siglos conservó su carácter como parte de la infraestructura hídrica de la Ciudad de México, su historia comenzó a cambiar con la caída del imperio mexica.
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La hacienda de Hernán Cortés
Tras la conquista, la corona cedió los territorios de Tlaxpana a Hernán Cortés. Actualmente todavía existe una colonia en la alcaldía Miguel Hidalgo cuyo nombre hace honor a la denominación original del sitio. Sin embargo, sería el propio Cortés quien le pondría el nombre con el que lo conocemos en la actualidad.
Cortés fundó en la Tlaxpana una hacienda que nombró en honorSanto Tomás, de quien era devoto. Durante la época colonial allí se retomaron y expandieron los acueductos de la época prehispánica. La más célebre de estas construcciones fue la Fuente de Tlaxpana.
Esta construcción del siglo XVI formaba parte del acueducto que conectaba un manantial en el antiguo pueblo de Santa Fe hasta el centro de la ciudad. Se caracterizaba por contar con una escultura de un hombre debajo del escudo imperial de la Ciudad de México y acompañado por un águila. Además de ser una joya arquitectónica, servía como toma de agua para los pueblos aledaños. Sin embargo, fue destruida en 1899 para dar paso a la modernización de la ciudad. El lugar en donde se ubicara la fuente actualmente es el cruce de la calzada México Tacuba con Circuito interior.
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El barrio de las escuelas chilangas
La historia del Casco de Santo Tomás volvió a dar un giro tras la Independencia. Todavía durante el siglo XIX se le consideraba un lugar “a las afueras de la ciudad”. Sin embargo, en la década de 1850 este lugar fue el elegido para edificar algunas de las primeras instituciones educativas del México independiente. En la zona se asentaron la Escuela Nacional de Agricultura y la Escuela Nacional de Artes y Oficios.
Así, comenzó un proceso de expansión de la ciudad hacia Tacuba. Las vías del tren que todavía pasan por el lugar y que se dirigían a Cuernavaca son producto de ello.Años después también se estableció en Santo Tomás el Colegio Militar y la Benemérita Escuela Nacional de Maestros.
Ciudad Politécnica
En 1936 ocurrió uno de los momentos que cambiaron la historia del Casco de Santo Tomás y le dieron su actual identidad: la fundación del Instituto Politécnico Nacional. Las instalaciones del IPN se construyeron en los antiguos terrenos del Instituto Técnico Industrial. Poco a poco se fueron sumando más unidades, escuelas y complejos hasta conformarse una auténtica ciudad politécnica. En 1980 las instalaciones del IPN en Santo Tomás se renombraron como Unidad Profesional Lázaro Cárdenas, en honor al presidente que creó el instituto.
Como anécdota, se dice que el vínculo entre el IPN y Santo Tomás es tan fuerte que la mascota de los equipos deportivos del Instituto es un burro blanco debido a que algunos estudiantes encontraron a uno de estos animales en el terreno de la exhacienda.
Actualmente en e IPN se encuentran, la Escuela Secundaria Diurna N° 15 “Albert Einstein”, el Colegio Militar, la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, la Escuela Superior de Comercio y Administración, la Escuela Superior de Medicina, la Escuela Nacional De Ciencias Biológicas y la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia.
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Joyas arquitectónicas y artísticas en el Casco de Santo Tomás
Pero además de sus escuelas, el Casco de Santo Tomás cuenta con varias joyas arquitectónicas y obras de arte. En la construcción de sus complejos educativos participaron algunos de los arquitectos más célebres de la época. Por ejemplo, la Escuela Secundaria No 15 en obra de Vladimir Kaspé.
Por su parte, la Benemérita Escuela Nacional de Maestros cuenta con un foro al aire libre diseñado por Mario Pani. El complejo además está decorado por un mural de José Clemente Orozco,. En la fachada de la Escuela Normal se encuentra Alegoría Nacional, obra del muralista.
Otro atractivo arquitectónico del Casco de Santo Tomás es el Colegio Militar con sus amplios jardines.
Es así como, de barrio prehispánico y hacienda colonial, el Casco de Santo Tomás mutó a lo largo de la historia para convertirse en uno de los espacios educativos y culturales más importantes del país.