Bucareli es caótica, sí, pero en los días y horas correctas es un camino que recuerda mucho a las avenidas decoradas europeas, algo así como un pequeño Paseo de la Reforma. Viaja a través del tiempo recorriendo la historia de Avenida Bucareli, una de las zonas más pomposas del siglo XIX.
El cuadrante central de la Ciudad de México está lleno de joyas arquitectónicas y urbanísticas que narran la historia moderna de la ciudad, es decir, de finales del siglo XIX para acá. Un claro ejemplo es Bucareli. Se trata de una avenida que ha sufrido el paso del tiempo, pero que aún conserva edificaciones de su gran pasado. Aunque apenas cubre un par de calles, fue pensada para ser un paseo tan bello como Reforma.
Quizás te parezca un poco difícil de imaginar por el estado actual de la zona. Hoy en día vemos tráfico vehicular, talleres automotrices, edificios abandonados y lonas cubriendo preciosas fachadas. Pero detrás de todo esto continúa la magia del Paseo Nuevo —como era llamado—, el cual fue mandado construir por el Virrey Antonio María de Bucareli y Ursúa en 1778. Si no nos crees, te llevamos de la mano a descubrirla juntos.
Checa también: Historia del Monumento a la Revolución, el palacio de Porfirio Díaz que nunca fue
Un poco de historia: De Paseo Nuevo a Avenida Bucareli
Pues sí, en la época de los virreyes y virreinas de la Nueva España estuvo el auge de la construcción de los paseos. Los paseos eran avenidas utilizadas para el tránsito vehicular, pero también para el desarrollo de los peatones. El arquitecto, docente y tuitstar, Esaúl Hernández —@ExaArq—, nos platica que eran planeados como sitios de convivencia de los ciudadanos. “Había glorietas, monumentos y caminos arbolados para poder socializar y ser visto, era incluso una cuestión política”.
Así es como Don Antonio María de Bucareli y Ursúa planeo esta avenida. El punto de partida era Paseo de la Reforma, donde actualmente se encuentra El Caballito. En ese entonces la glorieta estaba engalanada con la estatua ecuestre de Carlos IV —la que le dio el nombre de “Zócalo” a la Plaza de la Constitución y que actualmente está frente al MUNAL—. El Paseo Nuevo correría hacia el sur hasta entroncar con la Garita de Belén en Chapultepec.
Historia de las glorietas de Avenida Bucareli
Originalmente Avenida Bucareli contaba con hileras de enormes fresnos y jardineras, además de cinco glorietas que fueron cambiando a lo largo de su historia. La primera se encontraba en la esquina de Reforma, la estatua ecuestre que ya te platicábamos. Esta daba la bienvenida a los transéuntes al Paseo Nuevo.
Después estaba la Fuente de la Libertad, la cual fue destruida para poner un monumento a Benito Juárez y que nunca se realizó.
La única que sobrevive en la avenida es el reloj chino regalo de Puyi, último emperador chino, a Pirfirio Díaz en el Centenario de la Independencia. Eso sí, hay que aclarar que el original fue destruido durante la Decena Trágica y el que vemos es una restauración.
En Tolsá había otra modesta glorieta con una fuente sencilla que, tras ser modificado el trazo para los vehículos, se movió a la plaza de Loreto. Finalmente, para cerrar el paseo, en Chapultepec había una fuente más que fue destruida pensando en la ruta de los tranvías que recorrían la avenida.
Fuente y Garita de Belen en 1862 #Acueductos #mexdelrecuerdo #BELEN pic.twitter.com/sVwsAcQ9gX
— México del Recuerdo (Oficial)(@morenosanchez03) June 21, 2018
Aunque el virrey murió en 1779, el proyecto del Paseo Nuevo continuó su desarrollo e incluso adoptó su nombre años más tarde. A lo largo del siglo XIX continuó siendo un sitio de alcurnia. Cronistas como Madame Calderón de la Barca incluso lo llamaban el Paseo del Prado o el Hyde-Park mexicano.
Te puede interesar: Historia de las nuevas estatuas del Paseo de las Heroínas sobre Reforma
Una avenida que ha visto de todo
Por cuestiones políticas —típico que todos quieren reconocimiento— las fuentes y monumentos que decoraban la avenida fueron cambiando. Hasta Guadalupe Victoria llegó a tener una en su nombre. También se añadieron columnas con efebos en la entrada y salida para distinguirla del resto de las avenidas. Los edificios que se construyeron aquí reforzaban el status socioeconómico de la zona, nos platica Exa.
Bucareli ha visto de todo, el nacimiento de la esquina de la información, la primera unidad habitacional de México, marchas y manifestaciones —es una de las principales entradas a Reforma y al Zócalo—, a los zapatistas montados a caballo y también enfrentamientos armados que modificaron su diseño. El más grave, dice Exa, fue el de la Decena Trágica.
“Por aquí pasaron los grupos que se enfrentaron en la Decena Trágica, cuando asesinaron a Madero. Iban hacia el centro. Hubo cañonazos, balas, muchos edificios de la zona quedaron marcados con los impactos; pero lo que realmente se daño fue el reloj chino. Todos dicen que fue restaurado, pero la verdad es que se rehizo completamente porque no había mucho que salvar de la estructura original.”
Echa un ojo a: Historia del mural del Estadio Olímpico que creó Diego Rivera
De paseo popular a colonia habitacional
Se fue el reloj, las fuentes, los monumentos y los fresnos… ¿Qué quedaba de Bucareli? Lejos de ser un paseo caminable, para el siglo XX se replanteó como una colonia de élite que ofreciera mejores condiciones de vida para quienes pudieran pagarlo. “Algunos predios o enormes edificaciones fueron demolidas para dar paso a viviendas de estilo ecléctico, con techos altos, acabados labrados. Otras más adoptaron detalles art déco, que también prosperó en la época”.
La mayoría de estos edificios sobrevivieron al paso del tiempo. Sin embargo, muchos de ellos se encuentran en condiciones de abandono y con riesgo deperderse. “Muchos son catalogados y están protegidos, pero eso no significa que serán restaurados y mantenidos. En Bucareli, y en toda la ciudad, la iniciativa privada es la que a veces mete mano cuando ven una oportunidad de negocio, lo cual tampoco es necesariamente bueno… pero aquí se puede ver como joyas arquitectónicas e históricas se están perdiendo”.
