La Ciudad de México sin duda ha sido testigo de una infinidad de cambios y del paso de distintas generaciones chilangas a lo largo de los años y no podemos negar que los años 50 siempre son recordados con mucha nostalgia. Imaginamos esa época casi con un filtro blanco y negro, acompañado de un toque de inocencia y magia. Pero ¿te has preguntado cómo se veía realmente la capital durante esos tiempos?
Arquitectura y Monumentos de la Ciudad de México en los años 50
Dentro de las novedades de la época se encontraba la Torre Latinoamericana, inaugurada en 1956. Así como el nuevo Mercado de la Merced, el cual abrió sus puertas tan solo un año después, en 1957. La construcción de este último permitió un mayor orden comercial en la zona, facilitando la compra y venta de productos.
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Si de arquitectura seguimos hablando, en el siguiente video podrás reconocer algunos de los monumentos y edificios más importantes de la capital, como el Palacio Postal, la Catedral, el Hemiciclo a Benito Juárez y parte de la Alameda Central.
Especialmente te recomiendo prestar atención a cómo lucía el Ángel de la Independencia antes del terremoto que sacudió a la ciudad en 1957, y que provocó la caída del mismísimo “Ángel” que corona la columna del monumento.
Asimismo, no olvides observar detenidamente las imágenes del Monumento a la Revolución; seguro notarás diferencias, pues no fue hasta casi seis décadas después que se creó el acceso al Museo Nacional de la Revolución y el elevador panorámico que hoy nos deja ascender a uno de los miradores más icónicos de la CDMX.
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Moda y Medios de Transporte
En cuanto a moda en la Ciudad de México en los años 50, era común encontrar a las mujeres luciendo faldas entalladas que les llegaban por debajo de la rodilla; mientras que los hombres preferían los pantalones de pinzas muy a lo Pedro Infante, quien fue ícono de los años 50 y que tristemente falleció en 1957.
En este video podrás observar estas tendencias, además de algunas imágenes de cómo lucía el Zócalo, Bellas Artes y Paseo de la Reforma, que era comúnmente transitado por Cadillacs de la época.
Finalmente, si querías llegar a cualquier lado, el Metro aún no era opción, pero sí los tranvías que circulaban por la ciudad y que era inevitable perder de vista por su característico color amarillo.
Bien dicen que recordar es vivir y aunque en definitiva las calles de la Ciudad de México se ven muy distintas hoy en día en comparación con los años 50, algunos rincones de la capital aún conservan la esencia de una época de grandes transformaciones que fueron acompañadas por la música de José Alfredo Jiménez.
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