Conoce Xolos Tarango, el santuario de los Xoloitzcuintles en CDMX
Hace más de 20 años, Don Jorge Alvarado convirtió su casa de CDMX en un santuario dedicado a rescatar y reproducir perros Xoloitzcuintles.
Por: Edgar Segura
“La gente cree que el xoloitzcuintle es solamente un perro pelón, pero en cada camada nacen 2 o 3 con pelo”, cuenta don Jorge Alvarado. En sus brazos sostiene a un par de cachorros que, según explica, nacieron en la misma camada. Aunque uno está totalmente cubierto de pelo y el otro carece del mismo, ambos son xoloitzcuintles totalmente puros y nacidos en Xolos Tarango, un santuario en CDMX dedicado al rescate y reproducción de esta milenaria raza de perros de origen prehispánico.
“Toda mi casa es una casa de perros”, agrega Jorge. En su domicilio, ubicado en la colonia Lomas de Tarango de la alcaldía Álvaro Obregón, en CDMX, viven 25 xoloitzcuintles. La mayoría son con pelo, pues suelen ser los que menos le interesa adoptar o comprar a la gente. Hace ya 22 años, Alvarado se enamoró de esta raza y emprendió la tarea de colaborar con su rescate.
“Hace 22 años compré mi primer perro para regalárselo a mi nieta. Pero al poco tiempo mi hija me lo regresó porque se fue a estudiar su doctorado a España y no podía llevárselo. Aquí empezó la maravillosa aventura que todavía no termina”.
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Los xolos, un bien cultural mexicano
Tras tener a su primer xoloitzcuintle, Jorge comenzó a estudiar sobre la historia y las condiciones actuales de esta raza. Así, se dio cuenta de que existen solo alrededor de 3000 ejemplares registrados en México y que la tradición de este animal prehispánico corre peligro:
“En una reunión que hubo hace 12 años en el Colegio Nacional sobre la evolución del Xoloitzcuintle se llegó a la conclusión de que reúne las características para considerarse en peligro de extinción, aunque mucha gente no lo acepte”, comenta.
Por lo anterior, decidió fundar Xolos Tarango, a la que define como “una organización familiar con el fin de estudiar, rescatar, reproducir y difundir esta bella raza que constituye un bien cultural mexicano“. Así, Jorge, economista de profesión, decidió dedicar su vida no solo a criar xoloitzcuintles, sino también a colaborar con instituciones dedicadas a su estudio y reproducción.
“Estamos en contacto permanente con la Facultad de Medicina Vetrinaria de la UNAM, principalmente con la doctora María Párammo, encargada del área de reproducción. Muchos de nuestros de nuestros ejemplares se van a programas de reproducción. Esto a su vez es parte de un programa de estudio de estos perros que en realidad son muy desconocidos”.
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El perro sagrado
De acuerdo con Jorge, existen 3 tipos de Xoloitzciuntles: el negro, el pinto y el rojo o bermejo. Curiosamente, era este último el que, según las leyendas prehispánicas, ayudaba a los difuntos a llegar al Mictlán. “El rojo es el que según Fray Bernardino de Sahagún, quien lo describió a través de sus alumnos que se llamaban tlacuilos, era un perro sagrado que precisamente acompañaba a los difuntos al Mictlán, que eran un lugar oscuro”.
Existen evidencias de que estos animales existen desde hace más de 7000 años y son una raza pura. Así lo demuestran códices grabados en cuevas y restos de xoloitzcuintles enterrados con personajes de la élite azteca. Y curiosamente, milenios después, los xolos conservan su simbolismo y carácter de acompañantes. “Está considerado como un perro de apoyo emocional“, asegura Alvarado.
“Son perros que son muy apegados a uno, muy activos, muy cariñosos con uno, están muy pendientes todo el tiempo; son super activos e inteligentes”, asegura Mónica, quien ayuda a Jorge a cuidar a los perros del santuario y es dueña de Cualli, una xolita bermejo.
Unos Xoloitzcuintles vinculados a CDMX
Ese carácter de los xoloitzcuintles como animales de apoyo emocional ha hecho que este sanitario se vincule estrechamente a la comunidad de CDMX. Además de colaborar con la Facultad de Medicina Veterinaria de la UNAM, en Xolos Tarango tienen un programa de donación de perros para las poblaciones que los necesitan. “Los donamos a un asilo con cerca de 70 personas de la tercera edad”, cuenta Jorge. Agrega que también realiza donaciones para niños con cierto tipo de enfermedades, siempre asegurándose de que encuentren un hogar adecuado.
No obstante, también comenta que el interés por estos animales parece ser mayor en países extranjeros como Rusia, China o Estados Unidos: “Se venden más de estos perros en Estados Unidos porque generalmente los adquieren mexicanos migrantes de tercera generación que ya resolvieron sus problemas primarios y vienen a México en busca de este tipo de ejemplares porque quieren tener algo que refuerce su identidad”.
La mayoría de los perros que se ponen en adopción son los que tienen pelo, pues la gente busca xoloitzcuintles suele interesarse más por los pelones. No obstante, en este santuario se les cuida y aprecia a todos por igual.
Si quieres conocer a los perros de este santuario de xoloitzcuintles, puedes contactar a Xolos Tarango a través de su página oficial o del teléfono 55 5643 6263.