Origen de los apellidos más comunes en México
La mayoría de los apellidos más comunes en México son de origen patronímico. Pero ¿Sabes qué signinfica esto? Aquí te lo contamos.
Por: Paola Loera
¿Te has puesto a pensar de dónde vienen los apellidos más comunes de México o el origen de los tuyos? Rastrear la genealogía es algo muy popular en algunos países, y el primer paso para hacerlo es ahondar en el apellido. La usanza de los apellidos comenzó en el siglo XVI y pronto se popularizó entre todas las familias para dar sentido de pertenencia y como herramienta de control.
500 años después podemos ver que en México abundan los Hernández, López, Pérez…pero, ¿por qué? Hoy vamos a desentrañar este misterio, así que apúntale, vamos a darte el primer paso para conocer tu ascendencia.
De la tradición heráldica, a los apellidos
Seguramente ya te imaginas de dónde salieron los apellidos más comunes de México. Al igual que muchas tradiciones actuales, los apellidos fueron introducidos en el país durante el periodo colonial. A través de la migración española se fueron imponiendo a la población indígena con fines clasistas. No crean que existían para llevar un control de población, sino que a través de los apellidos era posible conocer el linaje; es decir, de qué familia venías y si tenías o no recursos.
Los apellidos primitivos, por llamarlos de una forma, provienen de los romanos. Luego se retomaron en el territorio de España durante la Edad Media, sobre todo con la clase alta, para identificarse entre familias. De aquí que los apellidos con terminaciones en “ez”, “iz” y “oz” —los patronímicos— sean los más comunes:
Por ejemplo, si eras hijo de Rodrigo, eras Rodriguez. De igual manera aparecieron Martínez, Ramírez, Ruiz, Muñoz, Gonzáles y Fernández, hijos de Martín, Ramiro, Ruy, Munio, Gonzálo y Fernando. Así surgieron los apellidos más populares de México. Recuerden que estamos hablando de España en la Edad Media, de ahí que no sean nombres mexicanos.
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Dime cómo te ves y te pondremos tu apellido
Según el investigador y filólogo Prudencio Bustos Argañaraz, también estaban los apellidos toponímicos o solariegos, los de gentilicio y los descriptivos. Chilango, más despacio po’fabo. Los toponímicos tienen que ver con el lugar de procedencia, si eres de Toledo, de Ávila o incluso de la Sierra, del Río, del Castillo. Aquí se ponían bien creativos, porque salieron hasta los apellidos Piedra, Barranca y Peña.
Los gentilicios son similares, ya que hacen alusión al lugar del que provenían: Montaño, Serrano, Alemán… Finalmente los descriptivos eran de las familias que tenían alguna característica física o personal notoria, de aquí salieron apellidos como Moreno, Rubio, Delgadillo, Franco, Leal, Cortés… y curiosamente los que se relacionaban a su profesión. Por ejemplo, quienes se dedicaban a los cultivos y el ganado tenían apellidos como Vaquero, Becerra o Novillo.
Básicamente eran como apodos que se relacionaban con algo de la persona o su familia, y aguas si tu familia estaba marcada por un hecho o tenían fama de algo, porque hasta Hurtado, Ladrón, Machuca y Cabeza de Vaca terminabas llamándote.
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Apellidos nativos de México
Así es como los apellidos de origen español proliferaron por toda la Nueva España, convirtiéndose en los más populares por imposición clasista. En su afán de posicionar su poderío y control, fueron borrando nombres de origen indígena. Pero como siempre, hay resistencia y algunas familias los conservaron, manteniéndolos hasta nuestros días. De acuerdo al INEGI, Yucatán es el estado que más apellidos locales conserva e incluso son más repetidos que los patronímicos, como Chan, Pech, Canul y May.
Por otro lado, en el Valle de México hay una importante cifra de apellidos de origen náhuatl. No son tan comunes, pero ahí están. Tan sólo en los estados de Puebla, Tlaxcala se tienen registrados 250 apellidos diferentes, entre los más populares están Tepetl, Xicoténcatl, Aca, Caloch, Ocelotl y Toxqui.
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Los apellidos más comunes de México
Pese a esta diversidad, los patronímicos continúan siendo la cruz de los mexicanos y el INEGI lo sabe. En el día a día podemos darnos cuenta que abundan los Hernández, Rodríguez, Pérez y García, pero los censos confirman las sospechas.
En 2020 este instituto se dio a la tarea de registrar los apellidos, primero y segundo, en total obtuvieron 34 mil diferentes y de estos descubrieron que los más comunes son los siguientes:
- Hernández. El hijo de Hernando arrasa el conteo ya que se registró 671,972 veces.
- García. Apellido medieval que significa “de vista agraciada” apareció 458,788 veces.
- Martínez. El patronímico derivado de Martín apareció 447,073 veces.
- López. Será muy común, pero proviene del latín Lope que significa “lobo” y eso está muy cool, este se registró 412,247 veces.
- González. El patronímico de Gonzálo continúa vigente ya que apareció 352,650 veces.
- Pérez. No viene de “pera”, este apellido es derivado de Pedro que a su vez significa piedra, se registró 332,048 veces.
- Rodríguez. El hijo de Rodrigo, otro patronímico, apareció 293,473 veces.
- Sánchez. ¿Así o más español? El patronímico de Sancho se registró 288,543 veces.
- Ramírez. Otra vez la misma, proveniente de Ramiro, se registró 258,411 veces.
- Cruz. Para romper con los patronímicos llega la Cruz, un apellido religioso que apareció 204,640 veces.