Hay muchos mitos sobre la preparación de los tamales. En México, los tamales son un alimento para desayunar, comer y cenar. Nos viene tan natural comerlos que a veces olvidamos la elaborada preparación que conllevan, así como los mitos que le rodean. Aquí te contamos algunos de los más famosos para que los apliques en tu próxima tamaliza.
Mitos sobre la preparación de los tamales
1. Dedícales una rola
Si te gusta aventarte unos buenos palomazos, este mito te va a caer muy bien. Algunxs aseguran que si les cantas o chiflas a tus tamales evitarás que salgan agrios, ya que según dicen son amantes de la música.
2. Échales la bendición
Dicen por ahí que, si la persona encargada de hacer los tamales no persigna su masa, no le quedarán nada ricos o de plano no se cocerán. Hay familias que pintan cruces en la vaporera que utilizarán para que el truco amarre bien.
3. El buen ánimo lo es todo
Si estás triste, enojado o tienes hambre, los tamales lo van a resentir. Cuentan por ahí que podemos transmitirles nuestro humor y que incluso si alguien dentro de la casa no anda al cien, es mejor que se retire porque los tamales podrían absorber la mala vibra y reflejarse en su sabor.
4. Aguas con las embarazadas, otro de los mitos alrededor de la preparación de los tamales
A los tamales no les agradan las embarazadas ni que la persona que los prepare esté en su periodo de menstruación, ya que quedan pintos, es decir, unas partes salen cocidas y otras crudas. Es por eso que a las futuras madres se les aconseja atarse un listón rojo alrededor del vientre si es que desean participar en la elaboración de estos.
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5. No abras la vaporera
Durante el proceso de cocción ni se te ocurra abrir la vaporera porque los tamales se encelan y pueden quedar pintos. Por esta razón es que se coloca una moneda en el fondo de la olla para que cuando ésta empiece a hacer ruido, sepas que el agua está hirviendo. Así también podemos evitar que se quemen.
Éste es uno de los pocos mitos que sí tiene un fundamento real y que te puede ayudar en la próxima tamaliza.
6. Un regañito no les caerá mal
A veces los tamales se “hacen del rogar”, lo que quiere decir que tardan en cocerse. Para solucionar esto recomiendan darle un golpecito o incluso una pequeña patada a tu olla para que dejen de ponerse necios. Hay personas que incluso los amenazan con tirarlos a la basura en caso de no quedar buenos.
7. Aléjalos del chisme
Hay gente que amarra las orejas de la vaporera con hoja de tamal, con la finalidad de que estos no escuchen lo que están platicando las personas encargadas de su preparación.
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8. Cuidado con comer el tamal pegado a la olla
Esta creencia viene desde el México prehispánico. Se dice que aquella persona que comiera un tamal que se había pegado a la olla, sería condenadx a una maldición. En el caso de las mujeres, estarían sujetas a un mal parto; y el castigo para los hombres sería que su habilidad con las flechas durante la guerra se vería mermada.