Hoy en día Mijares es uno de los cantantes mexicanos más reconocidos, pero ¿ya sabías que antes de ser famoso trabajó en Japón?
Antes de ser famoso y de que se convirtiera en el “soldado del amor”, el cantante Mijares tuvo una chamba en Japón.
Mijares: ¿Por qué siempre será nuestro Soldado del Amor?
Sí, así como lo lees. Hasta la tierra del Sol Naciente fue a dar, y aunque lo que hacía tenía que ver con la música, incluía algo más que quizá no te imaginas.
Los pininos de Mijares en la música
Su debut profesional en la música fue en 1986 con el disco Soñador, pero antes de eso el artista chilango se fue a trabajar al otro lado del mundo.
Así es, antes de ser el famoso cantante que es en la actualidad, Mijares era un chavo que había estudiado Administración de Empresas y tenía interés por la música.
Por lo que tuvo un par de grupos, Sentido y Los Continentales, llegó a cantar en bares de la capital mexicana. Grabó jingles para comerciales, y fue corista de Emmanuel.
Además, en 1981 participó en el Festival Valores Juveniles, pero entonces entró en escena Japón.
Aunque ya comenzaba a llamar la atención en México, el cantante de 23 años aceptó una invitación a trabajar cantando en un centro nocturno de aquel país.
El Soldado del Amor cantó y fichó en Japón antes de ser famoso
Así que, antes de ser famoso, Mijares se fue a probar suerte al país asiático durante seis meses. Recuerda, por ejemplo, que tenía que tomar el tren bala pues vivía en Fukuoka a seis horas de Tokio.
Su chamba era de 8:30 p.m. a 3:30 a.m., y se alternaba cada 45 minutos con un grupo japonés.
Pero, le confesó a Yordi Rosado, no leyó las letras chiquitas y en su descanso tenía que fichar, es decir hacer que los clientes consumieran en el lugar.
“Es una práctica muy normal allá, bueno, acá también. Es como si fuera la ficha. Y más que en Japón llamaba mucho la atención el de la guitarra porque tenía mucho pelo en el pecho, y entonces se acercaban. Gente muy amable, los japoneses son gente muy, muy respetable. Entonces tenían la curiosidad de mandarte llamar a sus mesas para tratar de platicar en lo que se pudiera”, recordó en el programa Sale el Sol.
Además, ese viaje tuvo sus dificultades porque la gente no hablaba inglés ni español y hasta le decían “Manueru”, y aprendió lo básico de japonés.
No tenía su pasaporte porque el dueño del lugar se lo quedaba para que cumpliera con su contrato. Pero estaban a gusto con él y de dos meses se lo alargaron a cuatro, y luego a seis.
Tiempo que le sirvió para definir quién era como cantante y encontrar su propio estilo.
A su regreso a México volvió a los coros de Emmanuel, pero luego apoyado por su ex, Mayte Lascuráin de Pandora, se lanzó como solista y el resto es historia.
Así que ahora cada que veas a Mijares, recuerda esta historia de su vida antes de ser famoso. Está interesante, ¿verdad?
El Privilegio De Amar, la verdadera historia detrás del dueto de Mijares y Lucero