Esta versión de Medea persigue el hilo del mito previo a Eurípides: no fue Medea quien mató a sus hijos. Aquí Medea abandona la ciudad, de la que ha sido expulsada, y minutos antes de su partida visita secretamente a Creusa, su rival y futura esposa de Jasón. En este íntimo encuentro, las dos mujeres se conocen. Medea, la princesa madura y madre exiliada y Creúsa, la princesa joven, inteligente y bella elegida por Jasón. Se reconocen como dos princesas a la deriva de las decisiones de ellos, los hombres en el poder.