El Festival Internacional de Cine de Cannes es un espacio de fuertes contrastes. La superficialidad de la importación glamurosa choca con la mundanidad propia de cualquier maquinaria empresarial en las calles, los pasillos y las salas.
Por Pedro Segura
Estos contrastes se pueden presenciar el despilfarro megalomaníaco de un artista devenido en empresario vinatero en el trabajo de un humilde genio artesano como Jean Luc Godard. El último cortometraje del cineasta, Scénarios, se presenta de manera póstuma en la sección de Cannes Classic.
Dicho trabajo no pudo ser presenciado por el cineasta. Días antes de su fallecimiento, Godard dejó un par de manuales, uno audiovisual y un cuaderno físico, a su colaborador más cercano de la última década, Fabrice Arango. Estos se crearon con notas exactas: desde la precisión de la duración en pantalla de una imagen, hasta el ritmo del único paneo en el filme que es, en su totalidad, la última ruptura lingüística, el último ejercicio de libertad desafiante del cineasta francosuizo.
Dicha exactitud se puede observar en el documento que acompañó la exhibición del corto, Exposé du film annonce du film Scénario. Este consiste en Godard explicando a detalle el libro de notas mencionado, lo que adquiere su mayor valía al ponernos en presencia de la lucidez del autor de obras como Le Mépris o Sin aliento. La cámara, registrando las manos en contacto con las notas, brinda tangibilidad a las ideas. Vuelve materia la disruptiva y única capacidad de abstracción política y lingüística que Scénarios contiene.
Kinds of Kindness y Oh, Canada
La presencia de las primeras obras que mencionamos ―austeras y humildes― contrasta con las megaproducciones de Paul Schrader y Yorgos Lanthimos. Estas, aunque pertenecen a un mismo universo, reflejan dos posturas autorales opuestas. Del lado del norteamericano, con Oh Canada, Schrader se aleja de su recientemente terminada “trilogía de la redención”. Su nueva obra le permite, a través de Richard Gere, hacer una obra de claras intenciones personales y con una idea de reflexionar su propia fragilidad lejos de las catárticas narrativas de su obra.
Por otro lado, Lanthimos, tras el estrepitoso éxito de Poor Things (2023), decide tomar un camino opuesto al de Schrader. Si aquel busca desmarcarse de aquello que caracteriza su obra en esencia, este busca regresar a las raíces identitarias de su trabajo. Kinds of Kindness es un regreso en formato de tríptico a los elementos presentes en sus obras griegas ―Dogtooth (2009) o Alps (2011)―. Sin embargo, también una suerte de revisión de su Killing of a Sacred Deer (2017). Unas irónicas, pseudocómicas fábulas de inspiración bíblica que, más que investigar las relaciones de poder, son ilustradas en su característico estilo sobre estetizado y misantrópico.
C’est pas moi y Caught in the Tides
En un mismo renglón de contrastes autorales, curiosamente el mismo día de la exhibición del último trabajo de Jean Luc Godard, llegaron a honrar y reinterpretar de firmas opuestas de su estilo tardío. Estas fueron de Leos Carax, con C’est pas moi, y Jia Zhangke, con Caught in the Tides.
El primero, con su característica desfachatez, realiza un trabajo ensayístico, adaptando ―podríamos hasta asumir un intento de parodia― el lenguaje de Godard post Historia(s) del Cine. Carax juega y reflexiona sobre su propia obra de forma literal y explicativa, aunque disfrazando esto como si fuese críptico.
Por otro lado, el cineasta chino entrega una verdadera rareza, cercana al cine más “narrativo” de Godard en el presente siglo (léase Éloge de l’amour). Sin embargo, le da una suerte de anarquía narrativa, un corte ensayístico autorreflexivo, no enunciativo y lejos del onanismo de Carax.
La voz autoral de Zhangke no es impositiva ni se considera digna de un propio análisis. Al contrario, muta y se transforma siempre al servicio de una documentación histórica, no desprovista de belleza, de la voraz transformación de la sociedad China en los últimos 30 años. En esta, la obra más libre del también director de filmes como Pickpocket (1997) o Mountains May Depart (2015), el cine no tiene que romper barreras porque estas no existen, se transita en libertad absoluta.
El Festival Internacional de Cine de Cannes 2024 se celebra desde el 14 hasta el 25 de mayo. Lee aquí sobre la presencia de Furiosa, Megalópolis y otras películas en el encuentro.