Por Dafne Ruiz
¿Sabías que el piso pélvico sostiene a todos tus órganos? Imagínate ahora que, cuando te embarazas, el peso aumenta considerablemente. El desafortunado resultado será que después del parto, tu piso pélvico habrá sufrido de un notable deterioro que tendrá consecuencias como incontinencia urinaria, fecal, hiperlaxitud vaginal y disfunción sexual.
En entrevista, la doctora Ana Hernández, experta en medicina regenerativa, funcional y estética genital, comentó que las mujeres deben de realizar contracciones pélvicas desde los 11 años. Ok, vas algo tarde, pero puedes comenzar a hacerlas y, no dejarlas nunca.
“No importa que una mujer haya tenido a su hijo por cesárea, el embarazo ya debilitó su piso pélvico y necesita rehabilitación”, dijo a Chilango la doctora Ana Hernández (@soytudoctorafavorita).
Fisioterapia manual o aparatología
En el caso médico, Ana recomienda la energía electromagnética focalizada de alta intensidad: “Esta terapia se lleva a cabo sentada, vestida; entra la energía a los músculos pélvicos para estimularlos de forma óptima y generar así contracciones supramáximas. Una sesión de 30 minutos equivale a 11,200 ejercicios de Kegel, los cuales se debieron haber hecho antes y durante el embarazo para fortalecerlo”.
Así que si de plano no has podido aprender a cómo ejercitar tu suelo pélvico –o si te urge un avance rápido y efectivo–, la EMSELLA (aprobada por la FDA) en G-Clinic es tu mejor opción. Ojo, esta no aplica si ya estás embarazada, solo los Kegel tradicionales, no te confundas.
Ejercicios en casa
Bendita tecnología. Existe un dispositivo ideal para ejercitar tu piso pélvico sin tanta complicación. Se trata del KegelSmart2 de Intimina, “el cual prácticamente hace casi todo el trabajo”, señaló la doctora Hernández. Este establece de forma automática los niveles de ejercicio, con una vibración de 5 minutos fortalece los músculos pélvicos.
De acuerdo a los resultados del ensayo clínico KegelSmart, la fuerza promedio del suelo pélvico se duplicó después de 12 semanas, el 90% de las mujeres informaron un mejor control de la vejiga y el 94% mejoraron la tensión y el tono vaginal. ¿Qué tal?
El mejor entrenamiento
Así como ejercitas el resto de los músculos de tu cuerpo en el gimnasio, la clase de pilates (si es reformer, o sea, de cama) se lleva el primer lugar para rehabilitar y tonificar tu piso pélvico porque no existe impacto en las rodillas y además cuenta con una variedad de ejercicios específicos para cumplir ese objetivo.
Incluso, Ana los comparó con otras actividades: “Las corredoras o maratonistas, las que bailan flamenco, zapateado, tap y todas aquellas mujeres que cargan mucho peso sufren de mayor impacto en el piso pélvico, lo cual aumenta el riesgo de una lesión, aún más si ya tuvieron hijos”.
La manera más tentadora y vigorizante para ejercitar el piso pélvico
Te sorprenderás –o no– al saber que el sexo vaginal también es una muy buena manera de robustecer tu piso pélvico. “Mientras estés teniendo relaciones, recuerda siempre hacer tu parte: contracciones vaginales y anales. Sin importar la posición; arriba, misionero o de perrito.
Muchas creen que el misionero no implica esfuerzo alguno en comparación con las demás, por eso hay que aprovecharla. El mejor tonificador muscular pélvico es el orgasmo gracias a las contracciones supramáximas involuntarias. No tener pareja no es pretexto, el uso de un juguete sexual ayuda”, concluyó la doctora Hernández.