Ellos son los seleccionados chilangos que irán al otro Mundial de Fútbol
Conoce a Jorge y Jonathan, jugadores de fútbol de amputados y miembros de la Selección Mexicana que jugará el Mundial en Turquía en octubre.
Por: Editorial M&E
Vía: Obed Ruíz
Una bocina con música a todo volumen que hace eco en la banca, risas y un balón crean la atmósfera ideal para que los jugadores de Titanes CDMX, equipo de fútbol de amputados, inicien su entrenamiento sabatino en la alcaldía Benito Juárez. En él participan Jorge Morales Gil y Jonathan Cristóbal Cruz, convocados para representar a México en la Copa Mundial de Fútbol de Amputados el próximo mes de octubre en Turquía.
Jorge lleva cuatro años jugando en Titanes CDMX y diez practicando el fútbol de amputados. Llegó al equipo gracias a Quique, uno de los amigos con quien no duda en hacerse bromas y de quien asegura deben separarlo para que no echen desmadre. Como en la escuela.
Su carrera en el fútbol de amputados comenzó por una coincidencia y casi a la par del equipo pionero en la categoría en tierra chilanga, Águilas del Distrito Federal, donde volvió a las canchas gracias a un encuentro fortuito por la calle.
“Yo antes hacía mucho ejercicio. En una ocasión venía de la barra y un señor se me cerró en su bici, entonces se la empecé a hacer de emoción: ‘oye, ¿por qué te cierras?’. Y el señor me dijo: ‘no, relájate tantito. Mi hermano tiene un equipo de fútbol de amputados’. Me le quedé viendo porque anteriormente había visto un reportaje del único equipo de fútbol amputados, que era Zorros de Sinaloa, entonces no lo creía, hasta que comprobé. Fui a su casa, el señor me sacó un periódico, vi a los jugadores y ahí fue cuando me animé”, explica el defensa mientras poco a poco se suelta en la entrevista.
Inicios en el fútbol de amputados
A pesar de que la zurda era el último recurso, la pasión de Jorge por el fútbol lo impulsó a jugar en el equipo que recién había descubierto educando su pierna izquierda. Su ilusión por empezar era tanta que incluso llegaba un par de horas antes a la cancha.
“La neta traía una emoción muy grande. El día anterior no dormí mucho. No imaginaba cómo iba a volver a ser. Jugaba fútbol con mis amigos de la colonia, pero pues ellos están convencionales, entonces jugar con amputados en ese tiempo no era tan común”, recuerda todavía nervioso el zaguero, no sin olvidar las veces en las que recibió patadas en los bastones o los guardó debajo de un carro cuando le tocaba hacer de portero en las retas a media calle.
Jonathan Cristóbal Cruz es mediocampista y a sus 28 años será uno de los responsables, junto a su pierna derecha, del fútbol que genere México en la Copa Mundial, tarea que no será fácil pero para la cual tiene ocho años de experiencia, desde que inició a jugar fútbol para amputados en los ahora extintos Dragones del Estado de México, antes de pasar a Pumas Retro y finalmente llegar a Titanes CDMX.
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Aunque menos extrovertido ante las cámaras, Jonathan no oculta su emoción por formar parte del grupo selecto que buscará colocarse entre los mejores conjuntos del planeta. “Para nosotros es un orgullo ser seleccionados y para mí es una meta más en mi vida. Jamás esperas de este lado, siendo una persona con una discapacidad o con una amputación, ser seleccionado”, confiesa con una sonrisa que, por más que intenta, no puede disimular.
A Jorge el cáncer lo llevó al fútbol de amputados
Jonathan vive su tercer proceso con la Selección Mexicana de Fútbol de Amputados luego de jugar una Copa América, el Mundial de 2018 y estar a la espera de la cita en Turquía. En contraparte, Jorge vivirá su primer torneo de corte internacional después de ocho años a la espera.
“A mí me amputaron la pierna por cáncer. En el 2014 iba a tener la la oportunidad de representar a México en el Mundial que fue en Sinaloa y me la cantaron directamente en el hospital: ‘¿Sabes qué? La neta tienes cáncer, si no te checas te puedes morir’, y pues yo le había comentado a mi mamá que no me interesaba morirme, yo quería vivir la experiencia de ir a un Mundial y cumplir mi sueño. A pesar de todo tenía la ilusión intacta. Yo decía, yo quiero, yo quiero, yo quiero. En ese momento ya no me importaba nada, ni mi enfermedad”, cuenta Jorge.
Cuatro años más tarde, para el Mundial de 2018, el defensa no fue considerado ni siquiera en las visorias. Un ciclo después, el fútbol le presentó su revancha y ahora forma parte de la Selección Mexicana, oportunidad que todavía cuenta con la ilusión intacta y cierta incredulidad.
Fútbol adaptado y risas
Un elemento que no puede faltar en Titanes CDMX es el humor, y es que una sonrisa cambia el ambiente entero del equipo, aunque en ocasiones, por desconocimiento, puede resultar incomoda para quienes están fuera del círculo.
“Nosotros con esta discapacidad o con nuestra amputación ya lo vemos normal porque es nuestro nuestro ámbito. Luego estamos sentados y de la nada nos decimos: ‘ah, no ma, mira, te falta una pierna’, y las personas hasta se nos quedan viendo así como de ‘pinches manchados’ o no sé qué pasa en su cabeza, pero para nosotros es algo muy normal jugar con nuestra amputación o jugar con nuestra discapacidad”, asegura Jorge justo antes de recibir en la mejilla un beso de Quique, quien aprovecha la fila del ejercicio para juguetear con su amigo.
El humor no es exclusivo en fútbol de amputados. Distintos equipos con quienes han convivido Titanes CDMX y que juegan fútbol para ciegos o fútbol de talla baja, asegura Jorge, también lo tienen como una constante en sus juegos y concentraciones.
“Hay personas de diferentes discapacidades que le entran al mismo coto porque ya es algo con lo que vamos a vivir toda la vida. Nuestra discapacidad no nos la vamos a quitar. Por más que la quieran tapar con una prótesis o por más que quieran ocultarlo, ya no. ¿Por qué? Porque al final te falta una extremidad, no la vas a ver nunca en tu vida ni aunque te pongas prótesis, no es parte de tu cuerpo, entonces tienes que aprender a vivir con esto”, sentencia orgulloso mientras detrás de él corre Quique para iniciar uno de los ejercicios del entrenamiento e intenta bajarle el short a media entrevista.
México, potencia mundial sin apoyo ni visibilidad
El pasado 4 de junio, Titanes CDMX tuvo la oportunidad de jugar en el Estadio Azteca un cuadrangular contra Chapulines, Guerreros Aztecas y Pumas Retro, tres de los equipos más reconocidos, junto a ellos, en el fútbol de amputados. Además, en el evento también hubo retas con equipos de talla baja y fútbol para ciegos, en una actividad organizada por el Instituto del Deporte de la Ciudad de México como parte del arranque de las Olimpiadas Comunitarias. Sin embargo, el acceso estuvo limitado a familiares e integrantes de fundaciones, por lo que el intento por dar visibilidad por parte de las autoridades fue fallido, o al menos incompleto.
Sin embargo, pisar el césped del Coloso de Santa Úrsula, por donde han pasado ídolos mundiales como Maradona, Pelé y Hugo Sánchez, no dejó de ser una oportunidad inigualable para todos los futbolistas convocados.
Jorge todavía nos muestra cómo se enchina la piel de sus brazos al recordarlo. “Fue algo muy chingón, no cualquiera puede cumplir ese sueño de pisar un campo profesional, un campo mundialista”.
No obstante, subraya la falta de gente en las tribunas para disfrutar el espectáculo y dar a conocer distintas disciplinas adaptadas. “A mi punto de vista, siento que le faltó que estuviera abierto al público para que conocieran más nuestro deporte. Eso a lo mejor es un sueño todavía muy guarro para mí: fútbol de amputados con afición en un estadio”, suelta casi con culpa.
Su sueño guarro, como lo califica, no es distante y toma las bases de otros países, de quienes tiene conocimiento del apoyo que se da al fútbol de amputados luego de platicar con jugadores de distintas selecciones latinoamericanas.
La selección de fútbol de amputados es la cuarta mejor del mundo
A diferencia de las distintas Selecciones Nacionales de fútbol asociación, México es una potencia en el fútbol de amputados, donde tiene más de ocho años en el ranking y en el último Mundial obtuvo el cuarto puesto, a pesar de que es un deporte que no cuenta con apoyo ni recursos.
En el país, relata Jorge, sólo Toros de Celaya cuenta con el respaldo del club que milita en la Liga de Expansión (Segunda División), a diferencia de otros lugares. “Yo llevo 10 años jugando y diez años he escuchado la frase ‘los vamos a apoyar’, pero queda en palabras”, reconoce.
“Es triste porque en otros países las personas amputadas que juegan ya viven de eso y tienen hasta su padrino de Primera División, entonces te pones a pensar: ‘oye, si también México es potencia, ¿por qué no hay apoyo?”, lanza la eterna pregunta al aire, no sin recalcar que Costa Rica y Polonia tienen ligas infantiles. “Ellos están forjando algo más estable en esta disciplina, están sacando nuevas generaciones y con mucho potencial”, afirma.
En busca de un apoyo
En contraparte, y a poco más de dos meses del Mundial, los jugadores de la Selección Mexicana de Fútbol de Amputados deben conseguir por cuenta propia el dinero necesario para su participación, incluyendo los vuelos.
“Nosotros no tenemos el apoyo de la Federación (Mexicana de Fútbol), no sé por qué será. Yo pienso que es porque nosotros no les damos una solvencia, no reciben dinero de nosotros. No vendemos como vende la selección de fútbol con todos los jugadores que tiene. Ellos les dan publicidad y venden, les dan una entrada, están seguros que llenan un estadio y nosotros no tenemos esa oportunidad”, se aventura a soltar tras una década sin recibir respuesta alguna.
“Creo que como potencia y estando en en el ranking del cuarto lugar debería ser visto, debería de ser apoyado, tanto por la Federación o no sé, por la CONADE. Creo que le deberían dar esa difusión o de perdida apoyándonos ahorita que somos seleccionados. Tendrían que apoyarnos, y no nada más a nosotros, sino a todo lo que es el fútbol de amputados”, alza la voz, ‘John’, quien es de menos palabras pero no menos certero al expresarse.
Destrezas y freestyle para financiar sus viajes
La forma en que ambos consiguen dinero para financiar sus viajes y prácticas es haciendo destrezas o freestyle en los semáforos de la CDMX, actividad que requiere de un gran esfuerzo físico y es su fuente de ingreso tanto para jugar al fútbol como para apoyar en sus hogares.
“Jamás pensé ser un seleccionado nacional y será la primera vez que salgo del país. Me siento emocionado y nervioso, pero creo que le estamos demostrando a la Federación y obviamente a la selección mayor que de este de este lado también necesitamos tan siquiera un 1% de ayuda, con eso creo que estaríamos felices”, comparte ‘John’.
Para Jorge, el objetivo es claro: “ir a competir, ir a participar, demostrarles porqué seguimos siendo una potencia en nuestra disciplina. Yo quiero eso. Mi objetivo es juntar el dinero para el boleto, ir a competir e ir a ganar la copa”, sentencia.
Origen y qué es Titanes CDMX equipo de fútbol de amputados
A unos metros de la cancha de pasto artificial, detrás de la reja que sirve para separar a protagonistas de aficionados, María de la Luz Escobar González, mejor conocida en Titanes CDMX como ‘Mamá Lucha’, nos cuenta el origen de uno de los equipos de fútbol adaptado más constantes.
‘Mamá Lucha’ apoya al fútbol adaptado desde hace un tiempo
‘Mamá Lucha’ es presidenta de la ‘Fundación nuevas manos, nuevos pies’, donde acompañan y atienden a personas con discapacidad.
“Trabajamos con ellos de la mano, los acompañamos desde que vamos a los hospitales; desde que los amputan seguimos con la familia, les vamos explicando cuáles son las bajas o lo que van pensando en el transcurso de su vida, porque ellos a veces piensan que ya se acabó todo. Pero aquí lo más importante es el acompañamiento de la familia, es la que debe de acompañarlos desde un principio porque son personas normales, con una discapacidad, pero normales, pueden hacer lo mismo que cualquier persona, un poquito más lentos, pero hacen igual: barren, trapean, guisan, bailan, juegan fútbol y hacen maldades igual que todos”, explica la fundadora, quien hace diez años vivió de cerca el acompañamiento de un ser querido que perdió una extremidad, momento clave para el futuro nacimiento de Titanes CDMX.
En 2012, su hijo, Enrique Ortiz, tuvo un accidente de moto por el cual le tuvieron que amputar una pierna. Él vivía en Aguascalientes y de ahí un amigo llamado Juan lo invitó a jugar fútbol con discapacidad, como se conocía en ese entonces. Al recibir su llamada con la noticia, ‘Mamá Lucha’, como buena madre mexicana, impulsó a su hijo para que fuera, motivación que fue correspondida de inmediato al saber que el equipo había sido de su agrado y fue el inicio de una carrera que lo llevó a representar a Mexico en el Mundial de 2015.
Tiempo después, Enrique volvió a la Ciudad de México, y debido a circunstancias que ‘Mamá Lucha’ llama “del destino”, formó parte de un equipo del que se salieron varios jugadores y le solicitaron que tomara las riendas del nuevo equipo.
Hacen un llamado a políticos para que apoyen
“De ahí empezamos con el fútbol. No ha sido fácil. Hemos dado traspiés, pero también hemos avanzado mucho porque hemos aprendido o hemos visto a la gente que se vaya sumando a nosotros, que vean que no son pobrecitos”, subraya con entusiasmo ‘Mamá Lucha’ con una sonrisa característica de quien intenta apoyar desde su trinchera e incluso ha tenido que recurrir a políticos como senadores, diputados.
Incluso planea escribirle una carta al presidente con tal de encontrar el apoyo que les corresponde a Titanes y el fútbol de amputados, en el que México ha demostrado que es potencia mundial por el nivel de sus futbolistas.
Si quieres apoyar a Jorge y Jonathan para que representen a México en la Copa Mundial de Fútbol para Amputados contacta a Titanes CDMX. Las redes de Titanes CDMX también están abiertas para las personas con discapacidad de pie o mano para que se sumen al equipo.