Argentina jugó Mundial de México 86 con playera comprada en Tepito

Diego Armando Maradona anotó el mejor gol en la historia del futbol portando una playera pirata fabricada nada más y nada menos que en Tepito. Una de las anécdotas más maravillosas de los mundiales es la que une al antiguo tianguis mexicano con los 2 episodios más recordados en la historia del deporte. Cuando la selección de Argentina derrotó a Inglaterra con “la mano de Dios” y la célebre jugada de Maradona, el equipo portaba una playera que apenas horas antes había comprado en Tepito.

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La historia detrás de la playera que Argentina compró en Tepito

En 1986 la casualidad hizo que Mundial de Futbol se jugara en México. Originalmente la sede iba a ser Colombia. Sin embargo, el país sudamericano no estuvo listo para el evento y la responsabilidad recayó en México, que había organizado otra edición 16 años antes.

Tras superar sin problemas la fase de grupos, Argentina se enfrentó en la ronda de cuartos de final a Uruguay. El partido se disputó en el estadio Cuauhtémoc de Puebla y el equipo liderado por Maradona vistió su uniforme de visitante: una playera azul con cuello en “V” de color blanco. Argentina obtuvo el triunfo por marcador de 1-0, y al finalizar el partido, los jugadores hicieron el tradicional intercambio de camisetas con sus rivales.

El problema fue que al avanzar a cuartos de final, el sorteo determinó que Argentina debía volver a usar el jersey azul, pues su rival, Inglaterra, jugaría de blanco. Y como los futbolistas habían intercambiado sus playeras con los jugadores uruguayos en el partido anterior, se quedaron sin un equipamiento adecuado.

Para solucionar el problema, el entrenador Carlos Salvador Bilardo comisionó a su cuerpo técnico a buscar playeras que pudiera usar el equipo en el partido contra Inglaterra. De acuerdo con Oscar Ruggeri, uno de los integrantes del plantel, fue al portero suplente Héctor Miguel Zelada a quien se le ocurrió ir a Tepito. Zelada jugaba en el América, conocía la CDMX, y sabía que en Tepito se encentra de todo.

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¿Cómo eran las playeras?

Jorge Valdano, otro de los integrantes del plantel de la selección argentina, recuerda que en un primer momento el cuerpo técnico regresó con una playera bastante gruesa. Sin embargo, Bilardo, el entrador, la descartó. Quería una playera más ligera para que su equipo pudiera soportar el calor de jugar un mediodía en la Ciudad de México.

El cuerpo técnico de la selección de Argentina volvió a la búsqueda y regresó de Tepito con una playera más ligera, pero de menor calidad. “No parecía la más adecuada para jugar el mundial”, relata Jorge Valdano en sus anécdotas. Bilardo estaba a punto de descartar la opción, pero todo cambió gracias a Maradona.

“Justo cuando la estaban revisando, pasa por ahí Maradona, la ve y le encanta”, cuenta Valdano. Bilardo decidió hacer caso a la figura de su equipo y Argentina jugó con esa playera hecha en Tepito. No obstante, antes fue necesario hacerle algunas adecuaciones. La playera pirata no tenía números, por lo que fue necesario ir a una tienda deportiva a comprar unos. A diferencia de los números de las playeras originales, que eran blancos, los que consiguieron eran grises. Al parecer correspondían a jerseys de futbol americano.

Otra diferencia notable es el color. La playera original era de un solo tono, mientras que la pirata mezclaba dos tonalidades de azul. Asimismo, el cuello de la playera pirata era más abierto. El logotipo de la marca Le Coq Sportif era más pequeño en la playera pirata, que además tenía incompleto el logotipo de la Asociación de Futbol Argentino; le faltaban los laureles que rodean el escudo.

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Una playera pirata de 9 millones de dólares

Con esa playera hecha en Tepito, Argentina derrotó a Inglaterra. Maradona metió la “mano de Dios” y anotó el mejor gol de la historia. Y al terminar el partido, intercambió su playera con Steve Hodge, un jugador inglés.

Durante años, Hodge permitió que la playera se exhibiera en el Museo Nacional del Futbol de Manchester. Sin embargo, apenas en mayo de 2022 decidió ponerla en subasta. El histórico jersey se vendió en 10 millones de dólares.