La colonia Guerrero está llena de joyitas fabulosas. Esta vez visitamos La Nana, Laboratorio de Arte Urbano Contemporáneo, un espacio abierto a la experimentación artística donde convergen la escuela y la comunidad. ¡Vamos a recorrerlo!
Qué importante es crear lazos hoy en día, ¿no? El ritmo de vida de la ciudad nos arrastra a la individualidad, olvidando aquello que había mantenido al ser humano con vida desde la prehistoria.
En La Nana están conscientes de lo necesario que es tejer redes para subsistir y crecer hacia mejores lugares, por ello mantienen un maravilloso espacio donde el arte es el motor para lograrlo.
La Nana, laboratorio de arte para la comunidad
Por ahí de los años cuarenta, Diego Rivera tuvo la idea de crear un espacio que vinculara al pueblo San Pablo Tepetlapa con la creación artística.
Casi 60 años después, en 2009, ConArte —organismo de la sociedad civil dedicado a impulsar la educación en artes en escuelas públicas y en zonas periféricas o con riesgo social—, inició un proyecto que busca esta integración comunitaria en la colonia Guerrero: La Nana.
Desde entonces ha sido abrazado por los vecinos y demás artistas de la ciudad. El objetivo de La Nana es muy claro, a través de exposiciones, proyecciones de video, talleres y un espacio multicultural buscan fortalecer la convivencia.
Aquí todos pueden aprender alguna de estas disciplinas, así como crear, sin importar que no se tenga experiencia previa. De esta forma logran defender el ejercicio de los derechos culturales e impulsar las alianzas y el trabajo en red.
Aunque la mayoría de las personas —¡sobre todo infancias!— que asisten a La Nana son de las colonias aledañas, la Guerrero, Morelos y Centro, todes están invitados.
Grecia, quien está a cargo de la vinculación y algunos proyectos, nos cuenta que los más pequeños se han apropiado de este lugar, ya que es un espacio para convivir y jugar de manera segura.
Para fortalecer la integración, también hay talleres, actividades y eventos especiales como puestas en escena o subastas abiertas al público en general.
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Un extinto salón de baile convertido
Desde que llegas al lugar, su magia te envuelve. El imponente edificio del siglo XIX que alberga La Nana fue una subestación eléctrica, incluso se puede ver un inmenso generador eléctrico en el primer piso.
Su estructura de acero recuerda a la Torre Eiffel, pero no es casualidad, ya que nos platican que las vigas ensambladas fueron hechas en el mismo lugar que las de la atracción francesa. ¡Oh lalá!
Más tarde fue acogido por María Rojo para ser la segunda sede del Salón México —después del terrible incendio que acabó con el primero—.
Incluso en la entrada puedes ver la icónica placa de jade que quedó tras su cierre. Finalmente quedó abandonado y fue utilizado por vecinos de la zona como tiradero hasta que ConArte le devolvió la vida y lo convirtió en La Nana, un espacio que apapacha, abraza y cuida.
Llegar es facilísimo en transporte público, se encuentra atrás de los museos Franz Mayer y Kaluz, en la Guerrero, en unas calles bastante tranquilas.
Grecia nos platica que la zona ha tenido mala fama, que incluso ha sido considerado como foco rojo, pero que justo ahí es donde las personas más necesitan de las metodologías artísticas que imparte ConArte para ir cambiando.
“La zona está mucho más tranquila, los vecinos y niños se sienten seguros aquí”.
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Un espacio que rompe estereotipos
No hay que negarlo, el arte ha sido cargado de cierto halo elitista, incluso clasista, de ahí que las galerías las encontramos —casi siempre— en los mismos lugares.
La Nana llegó por casualidad —¿realmente existen las casualidades?— a la Guerrero, pero ha sido perfecto ya que está alineado con su filosofía.
Aquí la inclusión es otra de las metas, por lo que buscan principalmente colaborar con personas de colonias consideradas como marginadas o vulnerables.
Por un lado, tienen un proyecto junto con la SEP para llevar talleres artísticos a escuelas públicas de las colonias Guerrero y Morelos, así los peques reflexionan sobre algunos temas de interés, como feminismo, neurociencia o biodiversidad, a través de sus creaciones.
Por otro lado, trabajan de la mano con un programa de reinserción social para brindar herramientas y apoyo a las personas que fueron privadas de su libertad. ¡Abajo los estigmas! Estos sólo perpetúan violencias.
Finalmente tienen una enorme variedad de talleres, abiertos a todo el público, para aprender distintas disciplinas artísticas.
Hay de baile —como tango o danzón—, de música, coro, acrobacia, yoga, bordado, dibujo, sobre editorial… ¡y la lista sigue!
También trabajan un fanzine y exposiciones —una galería, pues— con las piezas de los talleristas de La Nana. Básicamente todos pueden aprender, todos pueden crear y todos son bienvenidos aquí.
¿Te laten estos proyectos? Entonces sigue la conversación en las redes de La Nana, continuamente abren grupos, clases y organizan eventos en torno al arte.
Más que una galería o centro cultural, es un espacio de comunidad para tejer redes y ser abrazados por el arte.
Dónde: Segundo Callejón San Juan de Dios #25, colonia Guerrero. Justo atrás de los museos Franz Mayer y Kaluz
Cuándo: Lun a Vie de 10 a 19 h y Sáb de 9 a 14 h
Instagram: @lananaconarte
Si quieres información de sus talleres y cursos visita su página web.
