Con ustedes: las gorditas de guisados de Buenavista
Tres palabras: gorditas de guisado.
Por: Pável M. Gaona
Cuando dos cosas aparentemente muy distintas se juntan, sólo pueden pasar dos cosas: una catástrofe o una verdadera genialidad. Para beneplácito de todos los tragones, las gorditas de guisados son el claro ejemplo de que combinar dos platos populares a veces puede resultar muy, muy bien.
En un pequeño localito ubicado sobre Insurgentes Norte, justo a un costado de la Plaza Fórum Buenavista y a unos pasos de las estaciones del Metro y Metróbús del mismo nombre, se encuentran los Tacos El Cuñado, donde puedes encontrar una delicia que tienes que probar para creer.
Este changarro no tiene mayores pretensiones: un par de mesitas, una barra donde te puedes acomodar a echar el bocado elegido y unas cuantas sillitas banqueteras conforman este inmueble que no se da abasto.
“Nos visita gente de todo tipo. Como abrimos desde bien temprano, la gente que pasa camino a su trabajo a veces hace una escala aquí. También vienen mucho los trabajadores de la plaza a la hora de la comida, como ahorita”. Y es verdad: en las mesa se pueden ver a las chicas con el típico trajecito sastre de tienda departamental, que la señora de mandil y hasta un par de policías que le entran con gusto a la garnacha.
Los guisados son variados: hay de salchicha, chicharrón en salsa verde, pollo a la crema, rajas, bistec e incluso el favorito, la cochinita pibil. De hecho, hay que caerle temprano —de preferencia antes de la una de la tarde— para todavía alcanzar gorditas o tacos de cochinita, la joya de la corona del lugar. “También nos piden mucho las de bistec y las de pollo a la crema”, me dicen mientras no dejan de prensar masa y ponerla a cocer.
Un punto a favor de este sitio es que estas gordas están preparadas al calor del comal y son mucho menos grasosas que en otros lugares, por lo que puedes pedirlas sin —tanto— remordimiento. Eso sí: está muy bien servidas, con un par y un refresco el cliente promedio queda más que satisfecho. Sin embargo, los tragones no faltan: “se han llegado a echar hasta seis gorditas, quién sabe dónde les cabe tanto”. Y no los culpamos: dan ganas de probar de todo.
Diariamente por este comal pasan más de 30 kilos de masa que terminan en el paladar de sus clientes satisfechos. Para los que no quieran gorditas, también hay otras opciones: por supuesto tacos de guisado con su respectivo arrocito, huaraches, quesadillas y pambazos. Todos igualmente muy bien servidos, acompañados del carácter buena onda y dicharachero de los trabajadores de los Tacos El Cuñado.
¿Qué, ya se te antojaron?
Insurgentes Norte 240, lun-sáb 7–18 h.